Trichoderma es un hongo simbionte que puede ser utilizado como una herramienta para mejorar el crecimiento y la resistencia de los cultivos leñosos. Se recomienda aplicar Trichoderma en el suelo, ya sea mediante inyección en el sistema radicular o mediante la adición al suelo antes de la siembra o el trasplante.

En cuanto a la dosificación, esta depende de varios factores, como el tipo de cultivo, las condiciones del suelo, y las metas específicas del cultivo. En general se recomienda una dosis entre 5×10^7 y 1×10^9 conidias/gramo, aunque puede variar dependiendo del cultivo y del uso. Se recomienda seguir las instrucciones del fabricante para asegurar una dosificación adecuada y seguir las recomendaciones de un profesional agrónomo o del personal de investigación en su zona para obtener las mejores recomendaciones para su uso.

Trichoderma puede ser beneficioso para mejorar la nutrición, la tolerancia a la sequía, la resistencia a enfermedades y plagas, y el crecimiento general de los cultivos. Sin embargo es importante mencionar que el uso de Trichoderma debe ser evaluado en combinación con otras tácticas de manejo del cultivo y no se debe considerar como una solución única para mejorar la salud del cultivo.