El cultivo de cebolla en extensivo se refiere a la práctica de cultivar cebolla en grandes áreas de tierra utilizando técnicas de agricultura tradicionales. Esto incluye el uso de labranza, fertilización y control de plagas manuales, así como la siembra y cosecha a mano. Este método de cultivo puede ser menos eficiente en términos de producción por hectárea que los métodos de cultivo intensivo, pero puede ser más sostenible y amigable con el medio ambiente.
La cebolla requiere una temperatura media de entre 18 y 25 grados Celsius durante su periodo de crecimiento. La cebolla necesita también una humedad moderada, pero no tolera suelos encharcados.
En cuanto a las necesidades de agua, la cebolla requiere un riego regular para mantener el suelo húmedo, pero no debe estar encharcado. Es importante evitar el riego en las hojas para evitar enfermedades fúngicas.
En resumen, las cebollas requieren un clima cálido y soleado con una temperatura media de entre 18 y 25 grados Celsius, una humedad moderada y un riego regular.
La fertilización y el abonado son esenciales para el cultivo de cebolla en extensivo. La cebolla es un cultivo de temporada de verano que requiere nutrientes específicos para producir un bulbo grande y sano.
Antes de plantar, es importante preparar el suelo mediante la incorporación de abono orgánico en el suelo. El abono orgánico puede ser compost, estiércol, lodos de estanque o cualquier otro abono orgánico. Esto ayudará a mejorar la estructura del suelo, aumentar la fertilidad y aumentar la capacidad de retener agua.
Durante el crecimiento, la cebolla requiere una fertilización regular. Una opción es utilizar fertilizantes orgánicos como el estiércol o el compost, o fertilizantes químicos como el nitrógeno, el fósforo y el potasio. Es importante seguir las instrucciones del fabricante para evitar sobrefertilizar el suelo.
Además, es importante controlar el pH del suelo, ya que la cebolla prefiere un pH ligeramente ácido. Si el pH del suelo es demasiado alto o demasiado bajo, puede ser necesario ajustarlo mediante la aplicación de cal o ácido sulfúrico.
En resumen, la fertilización y el abonado son esenciales para el cultivo de cebolla en extensivo, es importante preparar el suelo con abono orgánico antes de plantar, y aplicar fertilizantes orgánicos o químicos, regularmente durante el crecimiento, y controlar el pH del suelo para un mejor crecimiento de las cebollas.
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